En 16 años la industria papelera ha conseguido un descenso del 32% del uso total del agua en celulosa y papel. Además se ha conseguido un descenso del 22% del vertido por tonelada en celulosa y un descenso del 61% del vertido por tonelada de papel.
Por otra parte, se ha logrado una mejora en la calidad de los vertidos con descensos de entre el 50% y el 90% en los distintos parámetros. Además, desde el 2007, no se utiliza cloro molecular en la producción de celulosa.
Estas cifras se deben al Plan Sectorial Estratégico para la Regularización y Control de Vertidos en la Industria de la Fabricación de la Pasta, el Papel y el Cartón firmado en 2000 por parte de Aspapel y el Ministerio del Medio Ambiente.